Estamos por finalizar el Año Litúrgico, el próximo domingo es Cristo Rey, nos disponemos a comenzar el Adviento, y qué oportuna es la recomendación que nos hace el apóstol san Pablo para que no pensemos que la vida espiritual del cristiano es ajena al mundo y sólo se sostiene con la esperanza en la venida del Señor. Pablo nos dirá “el que no trabaja, que no coma”; el motivo de esta expresión respondía a la creencia en una inminente venida del Señor, lo cual motivó que algunos hermanos de la Iglesia de Tesalónica se desentendieran del trabajo diario viviendo en el ocio total.
1. Oración:
Señor Jesús, Tú que viniste a anunciar el reinado de Dios, a darnos a conocer su proyecto de amor, también nos dijiste que volverías, para derrotar definitivamente a la muerte, y así instaurar y manifestar el proyecto original del Padre, ahora vienes a advertirnos sobre algunas situaciones que antecederán esa manifestación plena de tu gloria, previniéndonos de las adversidades, contrariedades y aún persecuciones que tendremos que pasar para dar testimonio de nuestra fe en ti. Por eso, Señor, danos la gracia de ser conscientes lo que implica seguirte a ti y vivir de acuerdo a tu voluntad, para que en todo momento, te demos a conocer con nuestra vida y con nuestras acciones y actitudes. Que así sea.