Domingo 18 del Tiempo Ordinario – Ciclo C

Las lecturas de este domingo se  sintetizan en tres modos de vivir y estar en el mundo las distintas maneras de tomarse la vida y darle sentido.

«Vaciedad sin sentido, todo es vaciedad» (Ecl 1,2). (Primera lectura)

Esta frase bíblica es de un judío pesimista que, al repasar todos los aspectos de la vida humana, siempre encuentra limitación, engaño o desgracia. ¿De qué sirve todo lo que hacemos?, ¿no es la vida humana un intento inútil?, ¿se puede conseguir la felicidad?

Descansa, come, bebe y diviértete. (Evangelio)

La parábola del hombre rico nos presenta la actitud de la persona segura de sí misma, que cree que su felicidad se identifica con lo que hace y tiene; cifra todo en el tener, y atesora riquezas para sí pensando que así tiene el futuro asegurado en sus manos.

El hombre nuevo que busca las cosas de arriba (Segunda lectura)

El hombre nuevo sintetiza la realización de la vida humana orientada a una nueva plenitud. El hombre nuevo, es una realidad dinámica: es la existencia humana que se realiza bajo la acción del Espíritu, que “se va renovando a imagen de su Creador”. Una vida que está, “escondida con Cristo en Dios” (Col 3,3), pues pertenece al orden de la fe y del misterio.

Seguir leyendo «Domingo 18 del Tiempo Ordinario – Ciclo C»

La Sagrada Familia: Jesús, María y José – Ciclo C

Navidad3No perdamos la confianza en la familia. Es hermoso abrir siempre el corazón unos a otros, sin ocultar nada. Donde hay amor, allí hay también comprensión y perdón. Os encomiendo a vosotras, queridas familias, esta peregrinación doméstica de todos los días, esta misión tan importante, de la que el mundo y la Iglesia tienen más necesidad que nunca.

Homilía Papa Francisco, Fiesta de la Sagrada Familia
27/12/2015

Oración:

Dios, Padre nuestro, que has propuesto a la Sagrada Familia como maravilloso ejemplo a los ojos de tu pueblo, concédenos, te rogamos, que imitando sus virtudes domésticas y su unión en el amor, lleguemos a gozar de los premios eternos en el hogar del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo. Seguir leyendo «La Sagrada Familia: Jesús, María y José – Ciclo C»

La Natividad del Señor – Misa del Día

Navidad2

Hoy es Navidad, la fiesta del nacimiento de Jesús.
Hoy es Navidad: la fiesta de nuestro nacimiento a una vida nueva.
Hoy celebramos Navidad; pero no celebramos solamente el nacimiento de un niño en Belén; también celebramos el origen de nuestra historia cristiana y el origen desde el cual los cristianos tratamos de interpretar toda nuestra existencia.
Nacer es hermoso pero comprometido. Es iniciar nuestro proyecto de hombres; si no lo hacemos así cada día, entonces no podremos ver la luz y la Navidad pierde todo su sentido.
¿Y cuál es el sentido de la Navidad? A la luz de los textos bíblicos, y como si fuera la primera vez que lo hacemos, trataremos hoy de preguntarnos si esta festividad tiene que ver algo con nuestra vida.
Si la Navidad es el nacimiento de Jesús, ¿qué tendrá que nacer en nosotros para que el nacimiento de Jesús no haya sido en vano?

SANTOS BENETTI
CAMINANDO POR EL DESIERTO. Ciclo C. 1º
EDICIONES PAULINAS.MADRID 1985.Págs. 87 ss.

Oración:

Oh Dios, que de modo admirable has creado al hombre a tu imagen y semejanza, y de un modo más admirable todavía restableciste su dignidad por Jesucristo, concédenos compartir la vida divina de aquél que hoy se ha dignado compartir con el hombre la condición humana. Por nuestro Señor Jesucristo. Seguir leyendo «La Natividad del Señor – Misa del Día»

La Natividad del Señor – Misa de medianoche

Navidad

Dejémonos encontrar por Jesús «con la guardia baja, abiertos», para que Él pueda renovarnos desde lo profundo de nuestra alma.

En el Adviento empezamos un nuevo camino, un “camino de la Iglesia … hacia la Navidad”. Vayamos al encuentro del Señor, porque la Navidad no es sólo un acontecimiento temporal o un recuerdo de una cosa bonita.

La Navidad es algo más: vamos por este camino para encontrarnos con el Señor. ¡La Navidad es un encuentro! Y caminamos para encontrarlo: encontrarlo con el corazón; con la vida; encontrarlo vivo, como Él es; encontrarlo con fe. El Señor, en la palabra de Dios que escuchamos, se maravilló del centurión: se maravilló de la fe que el tenia. Él había hecho un camino para encontrarse con el Señor, pero lo había hecho con fe. Por eso no sólo él se ha encontrado con el Señor, sino que ha sentido la alegría de ser encontrado por el Señor. Y este es precisamente el encuentro que nosotros queremos: ¡el encuentro de la fe!

PAPA FRANCISCO, HOMILÍA DEL 2 DE DICIEMBRE DE 2013 EN SANTA MARTA.

ORACIÓN:

Oh Dios, que has iluminado esta noche santa con el nacimiento de Cristo, la luz verdadera, concédenos gozar en el cielo con el esplendor de su gloria a los que hemos experimentado la claridad de su presencia en la tierra. Por nuestro Señor Jesucristo. Seguir leyendo «La Natividad del Señor – Misa de medianoche»

Cuarto Domingo de Adviento – Ciclo C

4C

“¡Dichosa tú que has creído!, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá”

Dios manifiesta su predilección por lo pequeño y por la grandeza de ánimo de los pequeños y humildes. Lo que hay que hacer en la vida cotidiana está, pues, al alcance de todos y de cada uno. Es Dios quien acrecienta el resultado de nuestros esfuerzos. Nada nos exime de colaborar con el Dios que se acerca anunciando un mundo mejor. Las grandes dificultades que vivimos son un desafío para la creatividad y la solidaridad, y también para la fe en que Dios mismo, hecho uno de nosotros, nos acompaña con su ternura y con su poder.

  1. Oración:

Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos por su pasión y su cruz a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. Seguir leyendo «Cuarto Domingo de Adviento – Ciclo C»

Tercer Domingo de Adviento – Ciclo C

3C

Juan y Jesús aparecen en la vida pública en una época de crisis en Palestina: la mayor parte de la población vivía en una gran pobreza, mientras que sólo unos pocos disfrutaban de abundantes riquezas; esa misma población estaba sometida a la dura colonización del imperio romano, a sus impuestos y arbitrariedades; además, los sacerdotes del templo de Jerusalén habían perdido toda su credibilidad entre la gente, porque no era el servicio a Yahvé lo que les movía, sino la usura y los privilegios propios. En palabras del profeta Juan, aquella sociedad necesitaba un vuelco radical, una conversión y un arrepentimiento. Esa visión radical sobre la situación de maldad de Israel no sólo la compartió Jesús en sus inicios, sino que permaneció también a lo largo de toda su misión posterior.

También hoy nuestra sociedad de la abundancia necesita un cambio radical, una conversión y un arrepentimiento de los que la formamos, porque somos pocos los que la disfrutamos y muchísimos –cada día más– los que padecen la exclusión, el hambre, la enfermedad, el analfabetismo, el paro, el desalojo de sus viviendas y otras dolorosas miserias. Los cristianos estamos llamados a ser colaboradores del Jesús que está presente y es el profeta de la salvación. ¿Cómo? Llevando la ayuda allá donde la gente esté padeciendo cualquier tipo de esclavitud, de carencia o de sufrimiento.

Este domingo se abre una Puerta de la Misericordia en nuestros lugares cercanos. Así como lo harán la Catedral de Roma, la Basílica de San Juan de Letrán y las otras Basílicas Papales, en nuestras Catedrales y santuarios particulares habrá una Puerta Santa. Abramos las puertas de nuestros corazones para que podamos ser Misericordiosos como el Padre.

  1. Oración:

Oh Dios, que ves a tu pueblo esperando con fe la festividad del nacimiento del Señor, concédenos alcanzar la gran alegría de la salvación, y celebrarla siempre con ánimo dedicado y jubiloso. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo… Seguir leyendo «Tercer Domingo de Adviento – Ciclo C»

Segundo Domingo de Adviento – Ciclo C

2C

Introducción

El Adviento es tiempo de conversión, tiempo de preparar los caminos y enderezar las sendas para que se acerque el advenimiento del Reino. Sólo Dios puede desenmascarar nuestro autoengaño y arrancarnos de nuestra mentira. Esa acción cauterizadora que Dios realiza en el hombre es el juicio, el juicio de Dios. El primer paso de la conversión es el sentirse juzgado por Dios. Lo que puede haber de decisión personal para cambiar, está movido por la acción previa de la iniciativa de Dios. Cuando se ha recibido el fuego de la acción juzgadora de Dios, entonces se recibe el Espíritu.

El juicio de Dios, que nos lleva a la conversión, es el inicio de nuestra justificación. Ahora bien, Dios no nos justifica moviéndonos a realizar actos meramente externos, rituales, sino a dar buenos frutos; es decir, nos impulsa a la multiplicación de nuestros talentos, a las acciones fecundas de donación y de entrega, a vivir en la justicia. Somos justificados si aceptamos el impulso de Dios a vivir en la justicia. La conversión es un cambio radical de mentalidad y de actitudes profundas, que luego se va manifestando en acciones nuevas, en una vida nueva. El Reino de Dios está cada vez más cerca. Nadie puede detenerlo. El juicio pende sobre nuestras cabezas, como el hacha sobre la raíz del árbol que va a ser cortado. De cada uno depende el que ese juicio dé paso a una conversión o a un endurecimiento irremediable.

En este segundo domingo de adviento, la Iglesia nos orienta hacia los pasos de la conversión, siguiendo el orden de lo que la iglesia recomienda nos preparamos para orar, leer, meditar, comprometernos con Dios que nos habla. Éste es un método antiquísimo en la Iglesia para orar la Palabra de Dios. El concilio Vaticano II lo recomendó afirmando: “El Santo Sínodo recomienda insistentemente a todos los fieles, la lectura asidua de la Escritura para que adquieran `la ciencia suprema de Jesucristo´ (Flp 3, 8), `pues desconocer la Escritura es desconocer a Cristo´…. Los fieles recuerden que a la lectura de la Sagrada Escritura debe acompañar la oración para que se realice el diálogo de Dios con el hombre, pues `a Dios hablamos cuando oramos, a Dios escuchamos cuando leemos los oráculos divinos” (Dei Verbum 25).

1. Invoca al Espíritu

Invocación al Espíritu

Soplo de vida que llevas a cumplimiento las promesas del Dios Amor, ven e irrumpe en nuestras vidas ahora que nos disponemos a esperar. Ven y haz que nuestra espera sea ardiente. Ven y sostennos hasta que vuelva aquel a quien anhelamos. Ven y apasiona nuestras vidas mientras Él llega. Ven y calienta nuestros corazones con una caridad auténtica.

Ven, Espíritu, ilumina nuestras mentes, serena nuestras entrañas para que te acojamos sin temor y nos abramos a la Palabra de la Vida, que quiere encender las ascuas de nuestro espíritu para que ardamos en la vivencia de la fe. Seguir leyendo «Segundo Domingo de Adviento – Ciclo C»

Primer domingo de Adviento – Ciclo C

1C

Comenzamos un nuevo año litúrgico con profunda expectativa, al saber que el Señor viene a nuestro encuentro; también porque pronto iniciará el Jubileo de la Misericordia en el quincuagésimo aniversario de la conclusión del Concilio Ecuménico Vaticano II.

En el Adviento es el Espíritu Santo quien nos prepara para ir al encuentro del Señor, viene a nosotros y dispone nuestra inteligencia y nuestro corazón a la Palabra del Señor para que nos abramos a la salvación.

Este es el sentido del Evangelio que hoy nos regala la liturgia, no es un anuncio del fin del mundo, sino la venida del Señor. “Estén siempre despiertos… y manténganse en pie ante el Hijo del Hombre”. Somos invitados a permanecer vigilantes, como disposición necesaria para no dejarnos sorprender, debemos alegrarnos, pues la llegada del Señor nos trae la plena libertad y el gozo de su presencia.

Oración:

Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijo con la luz del Espíritu Santo, haznos dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre del bien y gozar de sus consuelo. Por Cristo Nuestro Señor.
Amén.

Seguir leyendo «Primer domingo de Adviento – Ciclo C»

Jesucristo, Rey del Universo – Ciclo B

Cristo Rey

1. Oración colecta

Dios todopoderoso y eterno, que quisiste fundamentar todas las cosas en tu Hijo muy amado, Rey del universo, concede, benigno, que toda la creación, liberada de la esclavitud del pecado, sirva a tu majestad y te alabe eternamente. Por nuestro Señor Jesucristo. Seguir leyendo «Jesucristo, Rey del Universo – Ciclo B»