Día 13 marzo 2013
Quinto domingo de cuaresma – Ciclo C
¡Dentro de quince días celebraremos la Pascua! Alcanzaremos la meta de nuestra peregrinación cuaresmal. Eso nos confirma en el optimismo radical de nuestro ser y vivir cristianos. La primera lectura con su salmo responsorial nos lanzan con entusiasmo hacia la meta que Dios nos promete: un nuevo Éxodo. En el primero, el Señor abrió un camino en medio del mar, en el segundo abrirá un camino en el desierto: en él abundarán los ríos de agua donde el pueblo escogido podrá apagar su sed. Éste proclamará la alabanza del Dios nuevamente liberador. Es el salmo 125: «Que el Señor cambie nuestra suerte, como los torrentes del Negueb»; es la súplica de los que «sembraban con lágrimas» y ahora «cosechan entre cantares».
Manteniendo la línea penitencial, de conversión, de la Cuaresma, el evangelio de hoy, de Juan, aunque parezca de Lucas, el evangelista de la misericordia, nos presenta el verdadero rostro de la ternura del Padre, revelada en Jesús. Éste no ha venido a condenar; sino a buscar y a salvar lo que estaba perdido, incluso lo más censurado y condenado por los dirigentes religiosos. Si Dios, si Jesús compadece, la comunidad de sus discípulos es llamada a compartir; nunca a condenar; siempre a buscar y salvar la oveja perdida, teniendo presente que también nosotros nos hemos descarriado. Seguir leyendo «Quinto domingo de cuaresma – Ciclo C»