Domingo 13 del Tiempo Ordinario – Ciclo C

XIII

En el tercer evangelio, el de Lucas, la vida de Jesús se expresa, a partir de ahora, como subida a Jerusalén, es decir, como camino hacia la cruz. En cambio la vida del discípulo se llamará “seguimiento”. Esta es la vocación cristiana: llamada al seguimiento de Cristo por el camino de la abnegación, pero sabiendo que al final de la ruta se encuentra la resurrección y la vida con Él.

El seguimiento de Cristo aunque conlleva ruptura total con el viejo modo de vivir, es vocación a la libertad. El discípulo de Cristo no tiene más límites a su libertad que los que señalan al Espíritu, el amor y el servicio fraterno irreconciliables con el egoísmo, el libertinaje y la vida sin religión. “Para vivir en libertad, Cristo nos ha liberado. Si los guía el Espíritu no están bajo el dominio de la ley”, nos dirá San Pablo.

1. Oración inicial:

Tú que iniciabas tu camino hacia Jerusalén, donde ibas a mostrarnos el límite de tu amor y así nos has aprovechado para que tus discípulos y nosotros aprendiéramos de ti tu manera de ser y de actuar, tu disponibilidad y tu entrega total, por eso, te pedimos, que al reflexionar estos llamados, tengamos de ti, la gracia de seguirte incondicionalmente, viviendo con alegría nuestra entrega, asumiendo tu estilo de vida, aun sabiendo que no tenías ni un lugar donde reclinar tu cabeza. Ayúdanos a vivir lo que nos pides, y a imitar tu entrega y tu disponibilidad. Amén. Seguir leyendo «Domingo 13 del Tiempo Ordinario – Ciclo C»