Domingo después de Navidad – La Sagrada Familia
Navidad es un tiempo hogareño, familiar. Y esto tiene una importancia religiosa y psicológica: necesitamos volver a los orígenes, a las raíces, a la familia de cuando en cuando. En el plano espiritual hacemos esto en nuestras celebraciones litúrgicas, renovando nuestros «orígenes sagrados» cuando celebramos el nacimiento de nuestro Señor. La cueva, el pesebre…, allí comenzó todo. Pero el hogar fue el entorno en el que aprendimos la fe por primera vez. Para los judíos de otros tiempos era una obligación sagrada la de volver al hogar y a la familia. Toda la noción del Año Jubilar da testimonio de esto: «Cada uno de vosotros recobrará su propiedad, cada uno de vosotros se reintegrará a su clan» (Lev 25,10). De esta manera, la navidad es una especie de celebración de familia en el plano humano y en el espiritual.