Domingo 25 del tiempo ordinario – Ciclo A

Domingo vigésimo quinto del tiempo ordinario ciclo A


La gracia y la misericordia de Dios se contraponen a la mentalidad religiosa judía de los tiempos de Jesús. Frente a la teología del mérito del sistema religioso se opone la teología de la gracia predicada por Jesús. Desde esta perspectiva, la salvación no se alcanza solamente por méritos propios sino por la misericordia de Dios que nos la concede a pesar de que no la merezcamos.

1. Oración
Señor Dios nuestro. Tú dices de ti mismo que eres bueno con un amor que sobrepasa incluso a tu sentido de justicia. Gracias por aceptar tanto a los pequeños como a los grandes, a los que vuelven a ti a última hora como a los que, por tu amoroso llamado, han trabajado duro en tu viña toda la vida. Ábrenos más a los dones gratuitos de tu gracia; haz que los aceptemos con gratitud y que apreciemos cuando das generosamente a otros. Transforma nuestros caminos egoístas en tus caminos de amor. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
2. Lecturas y reflexión de la Palabra de Dios
2.1. Lectura del Profeta Isaías 55,6-9.
Buscad al Señor mientras se le encuentra, invocadlo mientras está cerca; que el malvado abandone su camino, y el criminal sus planes; que regrese al Señor, y él tendrá piedad, a nuestro Dios, que es rico en perdón. Mis planes no son vuestros planes, vuestros caminos no son mis caminos -oráculo del Señor-. Como el cielo es más alto que la tierra, mis caminos son más altos que los vuestros, mis planes, que vuestros planes.
El texto del segundo Isaías centra su actividad profética en el tema de la consolación del pueblo desterrado. Pero el destierro fue por la desobediencia del pueblo y de sus dirigentes que se apartaron de Dios y quebrantaron la alianza. Sin embargo, Dios no abandona a su pueblo. Si el pueblo es infiel a la alianza, Dios permanece siempre fiel. Los caminos del Señor son muy distintos de los caminos humanos. El profeta insiste en la invitación a buscar al Señor. Hace un llamado a la conversión y al arrepentimiento porque Dios es Clemente y misericordioso y siempre está dispuesto al perdón. Los planes de Dios no son tan limitados y mezquinos como los de nosotros.
2.2. SALMO RESPONSORIAL Sal 144,2-3. 8-9. 17-18
Todo el mundo es igual ante este rey: todos son sus fieles y participan de su alabanza; el salmo no hace distinciones entre sacerdotes y fieles, entre gente noble y gente sencilla, como hacen los himnos de alabanza. El Señor es grande, clemente y misericordioso, bondadoso para todo el mundo, sus obras son obras de amor, está cerca de los que lo invocan. Sus acciones son calificadas de grandezas, proezas, hazañas, temibles proezas, favores, gloria, majestad. Esta abundancia de sinónimos es tradicional y expresa el gusto de la época. Cuando el autor especifica el contenido de las obras del Señor nos damos cuenta de en qué teología está la base de la obra del salmista. El Señor sostiene y endereza a los que se caen y se doblan, da la comida y sacia a todos los seres vivos, está cerca de los que lo invocan sinceramente, satisface los deseos de sus fieles y los salva, guarda a los que lo aman, destruye a los malvados.
R/. Cerca está el Señor de los que lo invocan.

Día tras día te bendeciré, Dios mío,
y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor y merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza.

El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas.

El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente.

2.3. Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses 1,20c-24.27a.
Hermanos: Cristo será glorificado en mi cuerpo, sea por mi vida o por mi muerte. Para mí la vida es Cristo, y una ganancia el morir. Pero si el vivir esta vida mortal me supone trabajo fructífero no sé qué escoger. Me encuentro en esta alternativa: por un lado deseo partir para estar con Cristo, que es con mucho lo mejor; pero por otro quedarme en esta vida, veo que es más necesario para vosotros. Lo importante es que vosotros llevéis una vida digna del Evangelio de Cristo.
Pablo, en la carta a los Filipenses, plantea una seria disyuntiva: o morir para estar con Cristo o quedarse en medio de ellos para ayudarles en sus dificultades. Pablo, prisionero por Cristo, presiente que sus días ya están llegando a su fin. Perseguido, calumniado, encarcelado, azotado y despreciado de muchos ha vivido en su propia persona la pasión de su Señor. Consecuente con su predicación, si se ha esforzado por vivir el evangelio de Jesús, entonces es normal que corra la misma suerte que su maestro. Pero también tiene la plena convicción de participar de la gloria de la resurrección. Tanto su vida como su muerte está en función de Cristo. Si está vivo es para seguir anunciando el evangelio, si muere es para entrar en la plena comunión de los justificados por El. Así las cosas, Pablo siente que su misión ha llegado a su fin. Como Jesús, puede decir todo está cumplido. Pero a Pablo le queda la gran preocupación de la fragilidad de las comunidades, cuya fe está fuertemente amenazada por el ambiente cultural y religioso de las colonias del Imperio.
2.4. Lectura del santo Evangelio según San Mateo 20,1-16.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: E1 Reino de los Cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo: -Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido. Ellos fueron. Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: -¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar? Le respondieron: -Nadie nos ha contratado. El les dijo: -Id también vosotros a mi viña. Cuando oscureció, el dueño dijo al capataz: -Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros. Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo: -Estos últimos han trabajado sólo una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno. El replicó a uno de ellos: -Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno? Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos.
En la parábola de los trabajadores descontentos con la paga se refleja el modo de actuar de Dios contrario a nuestra mentalidad utilitarista. El contexto de la parábola debió ser la controversia de Jesús con las autoridades judías por su continua relación con personas de dudosa reputación como publicados, pecadores, enfermos, niños, paganos y mujeres. Precisamente aquellos que estaban considerados impuros y, por tanto, excluidos del círculo de santidad. Pero en el contexto de la comunidad mateana se percibe el conflicto producido entre los judeocristianos y paganos cristianos que confluyen en la misma comunidad. Era inaceptable que los recién conversos tuvieran el mismo trato de los que han pertenecido desde tiempos antiguos al pueblo elegido. Es claro que el encuentro entre judaísmo y cristianismo en el seno de una misma comunidad resultó bastante complicado. Así lo manifiestan otros escritos del nuevo testamento como la carta a los Gálatas.
La parábola, narrada por Jesús, parte de un hecho real. El propietario representa a los terratenientes que a base de aranceles habían quitado las tierras a los campesinos. Así mismo, los desocupados eran los que lo habían perdido todo y se alquilaban por cualquier cosa para poder vivir. Por supuesto que había quienes siempre eran clientes fijos del propietario, es decir, aquellos a quienes siempre se les contrataba, y estaban los que iban apareciendo a última hora. La clave de la parábola no está en la actitud equitativa del patrón, pues el podría pagar como quisiera. Lo que llamó la atención a los oyentes es que haya preferido a los que no eran sus trabajadores (los de la última hora) sobre los que si lo eran (los de la primera hora). Situación incomprensible desde todo punto de vista.
El sistema religioso del tiempo de Jesús y de las primeras comunidades centraba la práctica religiosa en el mérito y la paga. La salvación se había convertido en un mercado de compra y venta. Jesús cuestiona a fondo esta mentalidad que tanto mal le ha hecho al pueblo. La salvación es don gratuito de Dios. Y la gracia tiene que ver con el amor misericordioso. Dios no maneja nuestros esquemas contables interesados y lucrativos. Para Dios, tanto los primeros como los últimos son objeto de su inmenso amor y misericordia.
Hoy tenemos que superar todo espíritu de competencia y codicia. Tenemos que superar sobre todo el «exclusivismo» que todavía late en el subconsciente cristiano: ya no lo decimos ni lo sostenemos, pero muchos lo siguen pensando: nosotros, nuestra religión, sería la única verdadera, y por tanto la superior, la definitiva, la insuperable, aquella a la que las demás religiones deberán confluir… Si ya muchos han abandonado aquella visión veterotestamentaria de que «las naciones y los pueblos vendrán a adorar a Dios en Sión» -porque sociológicamente ya no parece previsible ni viable que el mundo vaya un día a ser todo él cristiano-, no dejamos de tener esa conciencia de «exclusivismo» cuando nuestras autoridades y jerarquías condenan autoritariamente y sin diálogo alguno opiniones sociales, criterios éticos, que se dan en distintas sociedades, apoyados en el convencimiento de que nuestra verdad es incuestionablemente superior a la de los demás, por principio, y que tendríamos derecho a imponerla en la sociedad sin necesidad siquiera de dialogar y convencer a la población… Es una actitud de complejo de superioridad que no tiene ninguna justificación.
La apertura a todos, el reconocimiento sincero de que no tenemos un «gratuito e inmerecido derecho de primogenitura», que no somos «los (únicos) elegidos», que los que hemos considerado tradicionalmente «últimos» no lo son, que Dios es «gratuito» y sin favoritismos… son asignaturas pendientes todavía para las Iglesias cristianas…
No cabe duda de que aceptar en profundidad el mensaje evangélico de hoy de que «los primeros serán los últimos», nos exige un cambio de mentalidad a fondo. También el pluralismo religioso y el diálogo intercultural hay que elencarlos entre esos grandes desafíos generados por el descubrimiento más profundo de la «gratuidad de Dios» que la parábola del evangelio de hoy vuelve a poner ante nuestros ojos.
3. Preparemos nuestra celebración
Un Dios Increíblemente Bueno

Los caminos de Dios no son nuestros caminos, sus pensamientos no siempre son nuestros pensamientos. Pidamos en esta eucaristía a Jesús, el Señor, que nuestros pensamientos y nuestras obras vayan siendo, cada vez más, como los de Dios.
Dios es Gracia

Dios es escandalosamente justo y bueno, porque Dios es gracia. Es tan bueno que a veces no lo podemos entender. ¿Por qué es tan indulgente con pecadores públicos y hasta célebres? Pero nos olvidamos de lo indulgente que es con nosotros mismos, también pecadores. Abramos nuestros corazones a su bondad y misericordia. Él nos da sin que le pidamos. Y nos lo da todo de balde. Da con mayor riqueza de la que nosotros nos atrevemos a esperar. Tanto el primero como el último reciben su amor. Tanto el primero como el último están invitados a su mesa. Unámonos a Jesús en acción de gracias.

Primera Lectura (Is 55,6-9): Busca los Caminos del Señor Dios está muy por encima de nosotros; sin embargo, esté muy cerca de nosotros. Deberíamos buscarle y aprender a pensar y a obrar al modo de Dios.

Segunda Lectura (Fil 1,20c-24, 27a): Para Mí, “Vida” Significa Cristo. Para Pablo no tiene mucha importancia vivir o morir. Si vive, sirve a Cristo; si muere, estará con Cristo. Pero está dispuesto a seguir trabajando generosamente al servicio del evangelio.
Evangelio (Mt 20,1-16a): Dios es generoso para con todos La generosidad de Dios sobrepasa nuestro razonamiento humano. Da a todos una oportunidad para entrar en su reino; nos permite participar en su vida, no porque lo merezcamos, sino porque él es bueno.

DIOS PUEDE LLAMAR A CUALQUIER HORA O A CUALQUIER EDAD

Interesante también parece aclarar, que no pretende alentar a los que son más perezosos y dejan para última hora el servicio de Dios y atrasar la conversión, al contrario, quiere enseñar que Dios puede llamar a cualquier hora o a cualquier edad y por otra parte, que el hombre debe estar siempre listo para acoger su llamado.

NADIE PUEDE PRESUMIR QUE TIENE MÁS DERECHO QUE OTROS
Nadie puede presumir que tiene más derecho que otros por haber sido solicitado por Dios más temprano, muchos han sido llamado a edad mas adulta, es decir casi por la tarde de su vida y no por esto deben sentirse menos privilegiados o desanimarse ante los que participan del trabajo por el Señor mas tiempo. Y es así, como en esta parábola, en aquel tiempo, Jesús responde a las críticas farisaicas de buscar, aparte de gentes buenas, a publícanos y pecadores, llamándolos e ingresándolos a todos en su reino. ¿Por qué esta diversidad de dones, y por qué esta diversidad de “horas”? Porque Dios, pleno de bondad, es dueño absoluto de repartir sus dones a quien quiere y como quiere. Así también nos dice san Pablo: “Es el mismo y único Espíritu el que actúa distribuyendo sus dones a cada unos en particular según su voluntad” (1 Cor 12,11)

GRAN BONDAD Y EXCEDIDA DE DIOS

Dios concede su Reino a los pecadores que se han convertido del mismo modo que a los que fueron justos. Con este contraste se destaca la gran bondad y excedida de Dios y la estrechez mezquina y crítica del fariseísmo malo y egoísta.

Esta enseñanza fue muy oportuna en aquel tiempo, y ahora esta más vigente que nunca, y son múltiples. Todos podemos ser llamados a la viña del Señor, a cualquiera hora nos puede venir a invitar el Señor. Dios es dueño de invitar a cualquiera, sin importar su condición social ni su aspecto, ni su raza ni sus creencias, ni su sexo ni su edad. Debemos estar atentos para saber reconocer su llamado, y debemos ser oportunos en aceptarlo y fiel luego en cumplirlo. Algunos serán llamados por su fe, pero otros también por sus pecados, porque Dios no desprecia a nadie.

Dios nos muestra su gran generosidad, con los primeros fue justo, les dio lo acordado y sin quitarles nada. A los últimos les dio lo que el quería, de esta forma nos damos cuenta que la recompensa no esta en función al tiempo empleado, pero si están al cuidado, al afán, a la dedicación y al cariño con el cual nos dedicamos a El.

Dios desea que todos sus hijos sean buenos, y el poder hacer el bien nos viene de Dios, no nos podemos arrogar que es de nosotros el fin del bien moral, es la voluntad de Dios, no podemos exigir nosotros la recompensa, esta viene por la gracia, el Reino es un don gratuito de Dios.

No miremos cuanto hemos hecho por el Señor, ni cuanto más nos falta por hacer, ya que estamos llamados a trabajar por su gloria, el nos recompensara con amor todo el amor que pongamos en trabajar en cultivar la viña.

4. Oración final
Oh Padre, siempre generoso: En esta eucaristía hemos experimentado de nuevo que nuestra vida y todo lo que somos no son más que don tuyo. Que la palabra retadora de tu Hijo nos mueva a aceptar y servir a nuestro prójimo como tú nos has aceptado y amado a nosotros sin ningún mérito nuestro. Y que el cuerpo de tu Hijo nos dé valor para poner en práctica su palabra. Te lo pedimos por el mismo Jesucristo nuestro Señor.

4 comentarios sobre “Domingo 25 del tiempo ordinario – Ciclo A

  1. Gracias por su excelente servicio a la Palabra de Dios….pero, por qué en su calendario de arriba ponen a domingo como el último día de la semana y no el primero como es para nosotros los cristianos católicos?

    1. Gracias por comentarlo. No hay una razón especial para no tenerlo como primer día, sólo se trata de un descuido al momento de editar las configuraciones de wordpress que por defecto pone lunes como primer día. Ahora que lo hizo notar, ya lo hemos cambiado. Bendiciones.

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