LOS CAMINOS DE DIOS
La conexión entre la primera lectura y el Evangelio es evidente. El profeta Isaías recurre a una imagen ilustrativa, que compara la diferencia entre el proceder de Dios y el proceder de los humanos, apelando a la brecha existente entre el cielo y la tierra. Lo que para nuestros criterios humanos resulta ilógico para Dios no lo es, porque no se atiene al patrón de los méritos para sancionar nuestra conducta. La parábola del Evangelio de San Mateo, ilustra la inversión radical de planos que Jesús inaugura: los primeros son últimos y los últimos primeros. Dios nos conoce y sabe que los humanos hemos establecido normas e instituciones que segregan y excluyen a los más débiles y sabe que ese proceder es inequitativo. Los preferidos de Dios son los más vulnerables, puesto que requieren de apoyo especial. Jesús sorprende con su parábola a sus oyentes y sorprende con la bondadosa compasión que acoge a los que padecían rechazo de parte de los «buenos».